sábado, 26 de noviembre de 2016

Una imagen y 1000 palabras

Reflexión sobre el aprendizaje de lenguas extranjeras

  • ¿En qué consiste?

Cuando una persona (ya sea niño o adulto) comienza a aprender una lengua extranjera nueva suele verlo como un proceso costoso, arduo, pesado y, quizás, hasta aburrido. En mi experiencia como docente puedo observar la frustración y el desamparo que a veces causa el proceso de aprendizaje. Pero aprender una lengua no es como aprender una fórmula de física que puedes, generalmente, olvidar después del examen. Es realmente mucho más.

Aprender una lengua consiste en introducirse de lleno en una cultura diferente. Cuando estamos aprendiendo palabras en un idioma diferente, lo que realmente aprendemos es la visión de la realidad y del mundo que les rodea a otras personas con un estilo de vida diferente. En Corea existe una expresión que puede ejemplificar esto. Los coreanos tienen la expresión 꽃샘추위 (Kkodsemchuui) que significa literalmente “Frío envidioso de las flores”. Esta expresión se usa para explicar la realidad que perciben los coreanos cuando a principios de primavera aparece siempre un último frente frío invernal que retrasa el florecimiento de las flores (de ahí que este frente frío sea envidioso). Esto es un ejemplo de como el coreano experimenta el mundo de una manera única y diferente a otras culturas ya que lo que para otras culturas puede ser un simple frente invernal, ellos lo perciben como un frente que desea retrasar la primavera.

Cuando aprendemos una lengua, estamos aprendiendo el estilo de vida de una cultura que quizás está a miles de kilómetros. Esto mismo podemos verlo reflejado en el español. Como dice el catedrático de Lengua Española Francisco Moreno Fernández en su libro “La maravillosa historia del español” la palabra “guajiro” se usa en Cuba para designar a un hombre con modales muy rústicos. Esta palabra sin embargo no la encontramos en la variedad europea y es por eso que esta palabra está asociada a la cultura de Cuba y Puerto Rico (donde también es usada).

En conclusión, el aprendizaje de una lengua no consiste en la simple memorización de patrones lingüísticos para formar palabras y frases. El aprendizaje de una lengua va más allá y consiste en una inmersión cultural (aunque sea a pequeña escala) en la que el estudiante va descubriendo nuevas realidades del mundo igualmente válidas que las que él posee. Estas realidades nunca se pisan las unas a las otras sino que se conectan y conforman una nueva visión del mundo para el receptor/estudiante.

Dicho esto como introducción sobre el aprendizaje de lenguas, me gustaría pasar a explicar lo que mi imagen representa para mí.

En primer lugar, en mi imagen puede observarse una ventana abierta de par en par que da a un vasto océano. Para mí esto representa la primera fase del aprendizaje. Lo que podríamos denominar como incompetencia consciente. El estudiante se encuentra ante un enorme mundo aun por descubrir del que es consciente de su existencia pero también de su ignorancia (puesto que todavía no lo ha investigado). Esto está representado por esa ventana abierta. Mis compañeros del máster (Desirée, Dahne, Sara Iciar, etc.), en su mayoría, han supuesto correctamente lo que quería expresar con esta foto.

Es en este momento cuando el estudiante debe decidirse a pasar a la acción y comenzar su formación lingüística. El estudiante puede empezar a estudiar por sí mismo si lo desea pero lo más recomendable es que cuente con la ayuda de un profesor. Es en este momento cuando el profesor le muestra al estudiante todo lo que hay en ese vasto océano. Juntos (estudiante y profesor) se embarcarán en la enseñanza del nuevo idioma y es aquí cuando el estudiante empezará a percibir, como dije en la introducción, pequeños rasgos culturales que están inherentes en toda lengua. Si el estudiante está aprendiendo español, empezará a percibir poco a poco la realidad que los españoles, mexicanos, argentinos, chilenos, etc. perciben a través de su lengua común.
Una vez que el estudiante ha sido iniciado en la lengua extranjera a través del profesor, es aquí cuando el estudiante debe empezar a ser más autosuficiente. Aquí entraría la segunda imagen.

En la segunda imagen podemos ver a dos personas realizando un acto comunicativo. Si nos fijamos bien, los engranajes que están dentro de sus cabezas son de diferentes colores y tamaños. Ello es así porque la imagen representa a dos personas con idiomas nativos diferentes que perciben el mundo que les rodea un poco distinto. El estudiante, en este paso, deberá poner en práctica todos los conocimientos aprendidos y empezar a comunicarse e intentar ver la realidad del mundo desde la perspectiva de un nativo del idioma que está aprendiendo.

Esta segunda foto que correspondería con la segunda fase de lo que yo concibo como aprendizaje de lenguas, es donde el estudiante debe tener más autonomía y empezar a investigar por sí solo. No obstante, la figura del profesor es también importante aquí ya que su papel debe servir como guía y solventar las dudas puntuales que le pudieran surgir al alumno durante esta fase.

Finalmente pasaríamos a la foto tres.Esta foto ha sido la más difícil de suponer por parte de mis compañeros del máster. Desirée se ha acercado bastante con su comentario diciendo que la profesión de profesor de ELE puede llevarnos a donde queramos. En la imagen podemos ver a un chico sentado sobre el mundo con una actitud que se puede percibir como optimista. En esta imagen quiero representar la fase final del estudiante cuando este alcanza un nivel en el que es capaz de entender la lengua extranjera como un todo y no como expresiones aisladas (es decir, que tiene asimilada esta lengua dentro de él de tal manera que no le suponen esfuerzo alguno la comunicación y la comprensión). Es en este momento cuando el estudiante se siente como un observador de lujo sobre la cultura (o culturas) de la lengua que ha aprendido ya que es capaz de incluir esa visión del mundo a la suya propia. El rol del profesor en esta fase consiste más en solventar dudas. Ya no se centra tanto en guiar al estudiante sino en servir como punto de referencia al que acudir cuando surgen dudas puntuales.

En conclusión la enseñanza de lenguas es un proceso por el cual el estudiante aprende una nueva cultura (o culturas) dividido en tres fases: competencia inconsciente, práctica comunicativa y experimentación personal.




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